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Telemedicina, consultas a distancia, medicina y tecnología, ¿bien o mal?

  • drfernandamdo
  • 12 sept
  • 4 Min. de lectura

Escrito por: Dra. Fernanda Montes de Oca


El término correcto es telehealth, en español sería algo como telesalud. Este término incluye no solo consultas médicas, sino también educación, prevención, monitoreo y seguimiento de tratamientos. Dentro de la telehealth, está la telemedicine que es cuando un médico te da una consulta a través de una computadora, teléfono o cualquier dispositivo electrónico.

 

Se han hecho encuestas en Estados Unidos donde se pregunta la opinión de los usuarios y resulta que, el 80% de las personas han tenido buenas experiencias con consultas a distancia (1). Y no es para menos. Este tipo de medicina ha hecho que no te tengas que trasladar a un consultorio o que un médico de otro país pueda valorar tu salud. Yo me acuerdo que empecé a trabajar así durante la pandemia por COVID-19, cuando el contagio era real y teníamos que quedarnos en casa. Mis pacientes no se quedaron sin seguimiento – y yo no me quedé sin trabajo – gracias a la telemedicina.

 

Hay estudios demostrando resultados alentadores en algunas áreas de la medicina como dermatología, cardiología y medicina de atención primaria (2). Y ni hablar sobre salud mental. Pacientes con depresión que apenas pueden levantarse de la cama ya no tienen que hacer esfuerzos sobrehumanos para ir a un consultorio. Incluso, no tienes que estar muy grave para beneficiarte de la salud psicológica y emocional por telemedicina.


Otro grupo de pacientes que tienen mucho éxito con este formato de atención son los pacientes crónicos con enfermedades como diabetes. Algunos dispositivos pueden conectarse por medio de una app y compartir los resultados con tu médica es muy sencillo.

 

¿Qué hay de las urgencias?

 

Este es de mis temas favoritos. ¿Cuántas veces no hemos estado horas sentados en la sala de espera de un hospital esperando a ser atendidos? ¿Cuántas veces no nos han dicho que no tenemos nada grave y nos han mandado a casa con una cuenta enorme?

 

La telemedicina vino a cubrir esa necesidad de una consulta rápida y eficiente que también nos ayude a saber si nuestro problema es de hospital o no. De igual forma, vino a reducir el tiempo de espera para casos no tan graves pero que necesitan atención médica. Les voy a contar mi triste historia (ni tan triste pero igual).

 

Corría el año 2015, yo acababa de terminar la licenciatura y me había mudado a Barcelona para hacer un curso de preparación para el examen de la especialidad en España (este curso término siendo una maestría, pero esa es otra historia). Obviamente, mi título estaba recién salido del horno y no estaba homologado en España; o sea, yo no tenía cédula y no podía ejercer como médica. En ese entonces no me importaba mucho porque yo necesitaba estudiar.

 

Un día me desperté sintiéndome fatal: febrícula, dolor pélvico y lo peor de lo peor, hematuria – sangre en la pipí, vaya. Empecé con otros síntomas como ardor y tenesmo. Todas las mujeres ya adivinaron, me dio una infección de vías urinarias. Yo sabía qué necesitaba, yo necesitaba un antibiótico. Fui a la farmacia y no te venden nada sin receta médica. Fui al Centro de Atención Primaria (CAP) y me dijeron que, sin turno, no podían ayudarme. Para ese momento yo ya estaba llorando de impotencia porque sabía qué hacer, pero no podía ejecutarlo. Y aquí viene la peor parte: terminé en la sala de urgencias del Hospital Clínic de Barcelona. Un monstruo de hospital que atiende casos graves y raros, ahí llegan pacientes muy enfermos de todos los rincones del mundo. Esos pacientes y yo, la médica con cistitis. Me atendió una pobre residente que estaba harta y cansada y no podía creer que tenía que ver algo como lo mío, me dio muchísima vergüenza. En fin, mi problema médico se arregló. Mi problema económico empezó. La verdad, no me acuerdo cuánto pagué, pero no era una suma mínima. Me morí de enojo, si tan solo alguien me hubiera dado una receta para el medicamento.

 

Ahora, con una consulta de telemedicina, la receta a tiempo es posible. Y pienso que ganamos todos: la paciente que se siente mal, el hospital que no ocupa camas de urgencias para tonterías, y la residente que no tiene que ver dichas tonterías.

 

¿Quiénes dan consulta por telemedicina?

 

Ya la mayoría de médicos tienen una “consulta a distancia”. Habrá que platicar con cada uno de ellos porque, evidentemente, no todas las patologías son valorables desde una computadora. No sé, me imagino que una exploración ginecológica es imposible. Pero hay otros padecimientos que sí que pueden ser atendidos por telemedicina. Por ejemplo, nutrición y estilo de vida, como mi consulta.

 

Y aquí, si se me permite, voy a hacer un poco de publicidad a la plataforma de mi esposo (esta soy yo declarando conflicto de intereses).

 

Mi esposo, Pablo, también es médico. Tiene especialidad en Medicina Familiar y ha trabajado en Urgencias la mayor parte de su carrera. Después de mucho pensarlo, decidió fundar TravelDoctor-ES (https://traveldoctores.com), una plataforma de telemedicina para ayudar a personas que necesitan atención urgente en países como México, Argentina, España, Italia, Alemania, Portugal, etc.  Aquí puedes contactar con un médico – a veces hasta es él mismo – que te puede orientar respecto a tu enfermedad. Si te puede ayudar, te ayuda, si no, ya estarás seguro de que necesitas ir al hospital. A veces, es solo renovar una receta para medicamentos que ya tomas, otras, es arreglar un problema como el que yo tuve en 2015.

 

No solo atienden médicos en español, también atienden en inglés. Algunos padecimientos comunes son: infecciones de vías urinarias, de vías respiratorias y de transmisión sexual. Alergias, bronquitis y manejo básico del dolor.
No solo atienden médicos en español, también atienden en inglés. Algunos padecimientos comunes son: infecciones de vías urinarias, de vías respiratorias y de transmisión sexual. Alergias, bronquitis y manejo básico del dolor.

En fin, me parece que la telemedicina es una herramienta con mucho futuro que puede llegar no solo al individuo sino a instituciones que buscan optimizar recursos, ampliar cobertura y reducir desigualdades en salud. Y, más allá de lo operativo, también abre la puerta a nuevos modelos de atención híbrida, donde la consulta presencial y la virtual se complementan para ofrecer una medicina más ágil, personalizada y sostenible.

 

 Referencias

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